Carta de un hijo a un padre ;

Carta de un hijo a un padre ;

Querido Papá:

No se como decírtelo. Seguramente crees que lo haces por mi bien, pero no puedo evitar sentirme raro, molesto, mal.

Me regalaste una bici cuando apenas comenzaba a andar. Aún no iba a la escuela cuando me enseñaste a montar en ella.

Me gusta entrenar durante la semana, bromear con lo compañeros y disfrutar del ciclismo , como lo hacen los grandes corredores.

Pero cuando vas a las pruebas ... no sé. Ya no es como antes. Ahora no me das una palmada cuando termina la carrera , ni me invitas a un bocata. Vas a las carreras pensando que todos son enemigos. Insultas a los árbitros, a los entrenadores, a los corredores, a otros padres... ¿Por qué has cambiado?

Creo que sufres y no lo entiendo. Me repites que soy el mejor, que los demás no valen nada a mi lado, que quien diga lo contrario se equivoca, que sólo vale ganar.

Ese chico del que dices que es un inepto, es mi amigo, el que me enseñó a divertirme en este deporte. El chaval que el otro día salió tras de mi... ¿te acuerdas? Sí hombre, aquel que estuviste toda la tarde criticando porque "no sirve ni para llevarme las ruedas", como tú dices. Ese chico va a mi clase. Cuando le vi el lunes, me dio vergüenza.

No quiero decepcionarte. A veces pienso que no tengo suficiente calidad, que no llegaré a ser profesional y a ganar cientos de millones, como tú quieres. Me agobias. Hasta he llegado a pensar en dejarlo, pero, ¡me gusta tanto!...

Papá, por favor, no me obligues a decirte que no quiero que vengas a verme correr .



Y es que algunas veces los padres no dejamos que sean los hijos los que decidan